Fecha
de publicación: 3 de
Abril de 2017
Género:
Novela Juvenil Adulta, New Adult
Editorial:
Titania; colección Titania
Fresh
Número
de páginas: 352
Encuadernación:
Rústica con solapas
Precio:
16€
Sinopsis
Hannah
tenía un futuro prometedor en aquello que más amaba: la danza sobre
hielo. Una meta por la que había luchado junto a Nicholas, su mejor
amigo y compañero, durante los últimos diez años. Hasta que el
error de otro le demostró lo efímeros que pueden ser los
sueños.
Mikhail hace mucho que olvidó lo que era disfrutar al salir a la pista. Es más, tras la lesión que lo obligó a retirarse del patinaje artístico, creyó que nunca tendría ocasión de recordarlo. Sin embargo, el destino parece dispuesto a darle la oportunidad de volver a competir y, sobre todo, de cumplir una promesa grabada con tinta en su cuerpo. Claro que para ello tendrá que convencer a Hannah de que juntos pueden lograr grandes cosas.
Para ambos, luchar por un nuevo comienzo significará tener que hacer frente a sus heridas emocionales, porque solo si son capaces de curarlas encontrarán la manera de vivir y amar sin fronteras.
Mikhail hace mucho que olvidó lo que era disfrutar al salir a la pista. Es más, tras la lesión que lo obligó a retirarse del patinaje artístico, creyó que nunca tendría ocasión de recordarlo. Sin embargo, el destino parece dispuesto a darle la oportunidad de volver a competir y, sobre todo, de cumplir una promesa grabada con tinta en su cuerpo. Claro que para ello tendrá que convencer a Hannah de que juntos pueden lograr grandes cosas.
Para ambos, luchar por un nuevo comienzo significará tener que hacer frente a sus heridas emocionales, porque solo si son capaces de curarlas encontrarán la manera de vivir y amar sin fronteras.
Sobre
la autora
Virginia
S. McKenzie nació el 18 de enero de 1982 en Cádiz, ciudad en la que
reside junto a su marido y su gato. Es una enamorada de Japón y una
“seriéfila” y cinéfila empedernida, adora viajar, los animales
(sobre todo los lobos y los felinos) y no podría vivir sin música y
sin libros.
Ya
desde niña sintió la necesidad de crear sus propias historias. Sin
embargo, pese al puñado de cuentos, relatos y guiones para cómics
que escribió a lo largo de su infancia y adolescencia, nunca logró
finalizar nada más largo. No fue hasta 2011, y gracias a la guía
del escritor José de La Rosa en su Taller “Escritura de Novela
Romántica”, que tuvo una base sólida con la que empezar a
trabajar. Dos años después, puso el punto y final a su primera
novela (una historia que llevaba casi una década con ella).Desde entonces no ha parado de crear, de aprender, de intentar mejorar y de soñar con que algún día sus novelas dejen de ser solo suyas y cobren vida en manos de los lectores.
Opinión
personal
Este
es uno de los libros que cayó por sorpresa el pasado Sant Jordi o
Día del Libro y no puedo estar más contenta. Y digo por sorpresa
porque no estaba en la lista que había preparado días antes.
Simplemente lo vi, pensé en dos buenas amigas y entusiastas lectoras
que me lo recomendaron y me dejé llevar. Además sabía que una de
ellas se lo iba a comprar sí o sí ese mismo día y era la ocasión
perfecta para hacer una lectura más o menos conjunta. Así que dejé
de lado los otros títulos que me habían llamado la atención y
decidí apostar por la primera novela de esta promesa gaditana. ¡Y
menuda apuesta! Tres días me duró y acabé su lectura con un
suspiro tan grande... Un suspiro por todo lo que me había hecho
sentir, bueno y malo, dulce y amargo... Pero mejor os lo cuento como
es debido.
De
la trama en si poco o nada voy a contar ya que la sinopsis es muy
esclarecedora al respecto y no quiero desvelaros nada que pueda
estropear vuestra lectura.
Nuestros
protagonistas se dedican desde muy temprana edad a una disciplina de
patinaje artístico sobre hielo muy dura y exigente, la danza sobre
hielo. Para los tres, Hannah, Nick y Mikhail (a quien sus amigos
llaman Misha), deslizarse por el hielo y bailar al compás de la
música es la pasión que los mueve y les llena los pulmones de vida.
Y cuando algo ajeno a ti corta esas alas que te permiten volar y ser
libre con lo que de verdad amas, tu vida se vuelve un pozo sin fondo
y la oscuridad amenaza con engullirte. Afortunadamente a los tres
todavía les queda una oportunidad de volver a ser lo que eran y, lo
más importante, en aquello en lo que de verdad eran buenos y les
hacía brillar con luz propia.
“No
puedes culparte por ser feliz, Hannah. Es cierto que, en ocasiones,
de las peores experiencias a las que nos enfrentamos en la vida
surgen nuevos horizontes, pero en nuestra mano está elegir el
camino.”
Narrado
a tres voces, cada uno de ellos mostrará sus miedos, incertidumbres
y pesares al mismo tiempo que un hilo de esperanza se irá tejiendo a
su alrededor. La fuerza de voluntad, la amistad inquebrantable, el
compañerismo y el apoyo incondicional de la familia estarán
presentes en todo momento para hacer que el milagro ocurra y se den
una segunda oportunidad de ser felices de nuevo. Pero para ello sobre
todo deberán creer en ellos mismos.
No
solo los fantasmas de las lesiones y el miedo a patinar son sus
peores enemigos; también el negarse a ser amado y abrir el corazón
a los demás, ese maldito muro que levantamos ante nosotros cuando
nos han hecho daño y nos queremos proteger para que no nos vuelvan a
lastimar. En ese sentido, la relación que forzará a Hannah y Misha
a trabajar codo con codo como nueva pareja en el hielo será un
bálsamo para sus almas heridas.
“Entendí
que por mucho miedo que nos diera, y me daba auténtico terror,
arriesgar el corazón era lo que nos daba la vida. Y esta no esperaba
a nadie, seguía su camino, de nosotros dependía saber aferrarnos a
las oportunidades que nos brindaba para que así, en la última
estación, no tuviéramos que preguntarnos «¿y
si...?».”
Llegados
a este punto dejadme que destaque un personaje secundario que me ha
robado el corazón desde el minuto cero y del que no me importaría
que Virginia escribiera una historia a parte: Abby, la mejor amiga de
Hannah y Nick. Pese a ser muy mal hablada, tiene un carisma que
arrolla por donde pasa. No puedes quedarte indiferente ante su
entusiasmo, ganas de pasárselo bien y lo predispuesta que está en
demostrar su cariño por la gente que le importa en todo momento.
Además compartimos gustos musicales y eso ha hecho que ganara muchos
puntos a su favor también.
La
manera de escribir de Virginia ha ayudado mucho a que su lectura
fuera amena, ágil y muy emotiva. Creo que muestra de ello son los
párrafos que he escogido para acompañar la reseña. Y como estos
tengo cuatro páginas de mi blog de notas llenas. Incluso las escenas
donde se describían las acrobacias sobre el hielo me han resultado
sencillas de seguir. Solo me faltaba escuchar la voz de Paloma del
Río para hacerlo más real.
La
parte de documentación tanto sobre la disciplina, las competiciones,
los atuendos y la música merecen una matrícula de honor.
A
nivel personal, me gusta que intercale datos sobre series, películas,
videojuegos y canciones que hacen que el lector se sienta más cerca
de los personajes y se identifique con algunas escenas. Incluso el
guiño a una de sus escritoras preferidas (o eso creo ya que no tengo
el placer de conocerla).
Tan
solo un segundo es una excepcional novela que bien se merece
ser considerada la novela New Adult revelación del 2017. Una apuesta
segura con una trama muy original donde aprendemos a valorar cada
segundo, cada aliento que nos roba la vida y cómo saber
aprovecharlos pese a los esfuerzos que esta nos demande. El amor, la
amistad, la familia y un buen propósito, nos ayudarán a salir
adelante.