jueves, 16 de abril de 2015

Reseña de El amor huele a café de Nieves García Bautista



Autopublicada en Amazon en 2012
Formato ebook
Longitud de impresión: 212


Sinopsis
El amor es como el buen café: ardiente, poderoso, puro, amargo y dulce. Para apreciarlo hay que acostumbrarse a él sorbo a sorbo y solo se disfruta plenamente después de descubrir hasta sus más pequeños matices. 
Una pequeña cafetería y una gitana de inquietantes ojos verdes escoltan las historias de una estudiante universitaria inadaptada, dos profesionales en la treintena obsesionadas por el éxito personal y un jubilado torturado por la pérdida que aún tienen mucho que descubrir. 
Son historias cotidianas e íntimas sobre la búsqueda de una felicidad que se escapa entre la frustración, los sueños rotos y la rutina del día a día. El pasado puede doler, pero siempre se puede aprender de él.

   Sobre la autora

Nieves García Bautista (Madrid, 1977) eligió estudiar Periodismo para poder contar historias. Durante más de una década, trabajó en radio, televisión y prensa, y abordó temas tan diversos como economía, política, energía, sociedad o viajes. En el año 2012 comenzó a alternar sus colaboraciones periodísticas con la creación literaria, a la que actualmente dedica casi todo su tiempo. El amor huele a café es su primera novela y fue autopublicada en Amazon, donde ocupó los primeros puestos de las listas de más vendidos. Fue la primera novela romántica independiente más vendida en 2013 y la quinta más vendida en el top general de ficción de Amazon según Babelia.


El amor huele a café narra la historia entrelazada al estilo de la película Love Actually, de varias personas muy diferentes entre sí pero con un punto en común: la cafetería El Confidente de Melissa.
Adela es una psicoanalista de mucho prestigio que no sabe gestionar sus emociones hacia su hijo, su exmarido y su padre; a la vez que es un claro ejemplo de adicta al trabajo. Su vida se podría resumir con el refrán “En casa del herrero, cuchara de palo”. Raquel, su mejor amiga, también es una mujer de éxito y de clase acomodada pero no tiene suerte con los hombres. Helia con solo veintidós años se siente muy acomplejada con su físico y no tiene amigos más que sus libros de literatura medieval. Y Joaquín, el padre jubilado de Adela, intenta superar la pérdida de su mujer y su hijo mientras intenta echarle una mano a su hija con la educación del pequeño Mateo.
Les acompañan dos personajes entrañables que harán de conexión entre ellos: Miguel, el camarero de El Confidente y Silke, una mujer hippie de sesenta y tres años.
Esta es una historia escrita en capítulos cortos, se lee de una sentada, que transcurre en apenas tres días (de lunes al final de la jornada del miércoles) donde el amor fraternal, maternal y sensual se unen al desamor y los prejuicios. Pero bajo mi punto de vista peca de ser muy precipitada. Cada personaje tiene suficiente carácter y experiencias vitales como para contar su propia historia profundizando más en ellos, sin que el lector tenga que adivinar lo que ocurrirá de verdad.
Es por ello que no hay un cierre completo de la trama y existe una segunda parte titulada El amor sabe a chocolate, donde espero poder encontrar lo que le ha faltado a esta primera parte.




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