lunes, 8 de junio de 2015

CANSADA DE DAR LAS GRACIAS POR TENER TRABAJO

¡Hola chic@s! ¿Como llevamos nuestras vidas? ¿Estáis leyendo mucho y disfrutando de cada pequeño detalle? Yo lo intento pero desde que he empezado a trabajar de nuevo que mi creatividad y mi tiempo libre se han ido al traste. Estoy tremendamente agradecida por tener trabajo en medio de la terrible crisis que está azotando el país pero también muy indignada de cómo se trata al trabajador aprovechándose del miedo de este a perder su puesto. Aunque en mi caso, como estoy cubriendo una baja por maternidad mi contrato ya tiene fecha de caducidad.
Es por ello que me cabrea estar dejándome la piel aún a sabiendas de lo que me espera y se aprovechen de mí. Tengo un horario de nueve a seis de la tarde con una hora para comer pero nada de esto se está cumpliendo desde el minuto uno que entró en vigor mi contratación. Nuestra directora de oficina está tan obsesionada con el trabajo que solo nos deja veinte o un cuarto de hora para almorzar y le trae sin cuidado si cada tarde sales una hora más tarde de tu horario (el pasado viernes dos horas). A mi no me asusta trabajar duro y no se me caen los anillos ya que he trabajado en todo tipo de sector y con superiores gritones y mucho más bordes, pero no dejar que un empleado pueda parar a comer o descansar cuando le toca para poder desconectar, realizar alguna gestión personal o simplemente salir a tomar el aire lo encuentro demencial. 



Y por otro lado está el hecho de ser la única de la oficina que no tiene hijos. Igual que es decisión mía no tenerlos, creo que los que los tienen tendrían que asegurase que van a poder estar atendidos en todo momento mientras los padres están trabajando. Porque ya han sido dos las ocasiones en que la misma compañera se ha ido porque sus hijas se han puesto enfermas y el resto nos hemos tenido que quedar a hacer lo suyo. Mis padres trabajaban los dos de sol a sol pero siempre contaron con alguien para poder continuar llevando el pan a casa sin arriesgarse a que los despidieran por faltar. Y ¡cuidado! que estoy totalmente a favor de que se pueda compaginar vida laboral con familiar o personal. Pero nos queda tanto para conseguir llevarlo a cabo de una manera correcta y bien organizada que mientras no se consiga siempre acabaremos pagando el pato l@s mism@s. 



Así que ya lo veis, apenas tengo tiempo de nada. Estos días estoy leyendo "Algo tan fácil como tuitear te quiero" de Blue Jeans y apenas avanzo. ¡Cuando los libros de este autor siempre me duran un suspiro! Y estoy reservando desde el día de Sant Jordi la lectura de mi querida Anabel Botella y su "Crónica de los tres colores". La aprecio tanto y me gusta tanto como escribe que no quiero leerlo a cachitos. Quiero poder disfrutarlo como se merece. Así que si tengo que esperar a las vacaciones o algún puente largo, esperaré. Leer es un placer del que no nos pueden privar. Y paso de perder horas de sueño por un trabajo precario e inestable.

Espero y deseo que a vosotr@s os vaya mejor. Sino ya sabéis que contáis conmigo para desahogaros cuando queráis. 

¡Nos leemos en el próximo post!

No hay comentarios:

Publicar un comentario