jueves, 12 de marzo de 2015

Muñecas recortables con anestesia y bisturí

¡Madre mía! Sale el sol y suben las temperaturas unos días y el mundo se vuelve loco. De acuerdo que solo faltan unos días para la primavera; que venimos de un invierno muy largo y frío; y a finales de mes volvemos a adelantar el reloj para alargar las horas de claridad; pero ¿no es demasido precipitado ir ya en tirantes (las chicas) y en camiseta de manga corta (los chicos)?
Aunque viendo que hemos pasado de los anuncios de antigripales y resfriados a los de vitaminas, formulas milagrosas para adelgazar en tiempo record o prendas de vestir reductoras no me estraña que las terrazas ya estén llenas de jarras de cerveza fría, gente tomando el sol en la playa y que todo el mundo se haya puesto repentinamente a dieta. En fin, la misma rutina de cada año en cuanto nos damos cuenta que ya no hace falta poner la calefacción todo el día; que podemos prescindir de los guantes y la bufanda; o que ya no importa si no nos han servido el café ardiendo.
Es triste ver que no aprendemos y exigimos a nuestro cuerpo cambios tan drásticos en nuestra alimentación, en la piel e incluso pasar por quirófano para "hacernos algún retoque". Porque todavía persisten los desequilibrios alimenticios que llevan a la anorexia y la bulimia; porque cada vez se detectan y diagnostican más cánceres de melanoma; y los cirujanos plásticos se ofrecen a realizar operaciones cada vez más absurdas como  la liposucción asistida con láser del Monte de Venus o Pubis. Sí, para aquell@s que no estabais al corriente sabed que esto existe y que cada vez más chicas y mujeres pasan por ello para corregir el desplazamiento hacia atrás de la vagina reafirmando y rejuveneciendo la zona. Una operación que fue noticia en un periodico muy conocido el pasado 18 de febrero con el titular "Se pone de moda la operación para reducir la grasa en el Monte de Venus" y que acompañan con una imagen de la última portada de Sports Illustrated con la modelo Hannah Davis. Una imagen que el mismo diario señala como que "puede llegar a provocar que las mujeres vean esa zona como un posible problema en su cuerpo". Y todo por "querer eliminar el 'bulto' que dicen molesta cuando se quiere llevar ropa ajustada o  cuando se quiere realizar actividad deportiva o sexual". Vaya, que no hay suficiente con depilarte, morirte de hambre, operarte las tetas y tener el culo respingón. Ahora también hay que extraer la grasa que se acumula encima de nuestra vagina. Lo que yo diga, ¡nos hemos vuelto todos locos! ¡O simplemente imbéciles! Y no voy a pedir perdón por la palabrota porque ha sido suave para lo que estoy intentando decir.
A ver chic@s, ¿es que no lo pasan suficientemente mal las pacientes que pasan por un cáncer de mama; las niñas que sufren ablación; o que ven como su cuerpo se consume por negarse a comer?
Por favor, hagamos las cosas bien y dejemos hablar a nuestro cuerpo cuando nos tenga que avisar de que algo no funciona bien ya sea física o mentalmente. Mientras tanto sigamos la vieja escuela de llevar una dieta equilibrada, practicar ejercicio con regularidad, hacernos una revisión médica al año y aprender a querernos con nuestros defectos y nuestras virtudes. Seguro que si os parais a mirar atentamente, vereis que hay gente que ya os aprecia tal y como sois.




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