viernes, 20 de marzo de 2015

Primavera. Algo más que un cambio de estación.




Dicen que ya es primavera. La de verdad, no la que nos anuncia El Corte Inglés con dos meses de antelación no vaya a ser que nos despistemos y vayamos por ahí sin el vestuario adecuado.

Aunque de momento de primavera tiene poco. Bueno, al menos donde yo vivo. Está nublado, parece que vaya a caer un diluvio y tienes que llevar piedras en el bolsillo si no quieres salir volando. Hay árboles en flor y la hierba ha vuelto a crecer con fuerza pero ni rastro de ese sol que da calorcito sin llegarte a quemar -ya nos cansaremos del sol abrasador veraniego cuando los termómetros marquen los 40°C a la sombra- y que nos permite hacer todas aquellas actividades que durante el invierno hemos tenido que cancelar o posponer. Yo, por ejemplo, me muero de ganas de pasar una mañana de domingo en el Mercat de Sant Antoni entre libros de segunda mano o volver a pasar el día en la montaña en familia para desconectar de la urbe.

Aunque primero tendremos que pasar por el calvario del temido cambio de armario que conlleva cada estación. ¡Qué fatiga! Y más para una chica como yo que está en proceso de rehabilitación del tan temido "Y si después me vuelve a apetecer ponermelo". Porque lo mío no es por modas o por si engordo o adelgazo. Es que les cojo cariño a las prendas de vestir. Porque son cómodas -aunque tengan una mancha que no se va nunca o un agujero-, me recuerdan un día especial en que vestí con esos tejanos o camiseta o un bolso que, pese a que no combina con nada, es lo suficientemente grande para llevar la casa a cuestas y que no te falte de nada en ningún momento.

Pero más allá de cosas materiales, los cambios de estación también son un buen momento para hacer balance de como nos encontramos, si estamos cumpliendo o no con los propósitos que nos habíamos marcado. O mejor aún, cambiar o hacer una nueva lista más precisa, práctica y realista según veámos los resultados que hemos obtenido hasta la fecha. Además, el invierno es muy largo, duro y oscuro así que con el buen tiempo y más horas de sol, seguro que esa lista mejorará notablemente.

Y dejadme que haga hincapié en que ha de ser realista. Nada de marcar objetivos que no están en nuestras manos o que ya no podremos realizar porque tendríamos que haber empezado antes.

No sirve de nada culparnos porque no encontramos trabajo si cada día hacemos todo lo posible por hacer llegar nuestro currículum a las empresas que seleccionan personal y somos proactivos dando voces a conocidos y familiares, en empresas en las que ya trabajamos en una ocasión y las puertas quedaron abiertas y yendo en persona -no solo a través de portales de empleo, siempre que nos sea posible- a entregar nuestra candidatura en mano.
Muestra mucho más interés por nuestra parte que los otros cuatrocientos currículums que ya han recibido con un simple clik desde casa. Yo misma estoy pasando por esta situación y sé lo que es ver que pasan los días y las semanas y nadie llama mientras hay que seguir pagando facturas, llenar la nevera, etcétera. Así que ánimo porque vosotr@s ya estáis dándolo todo.

Tampoco caigáis en el error de querer llegar a los días de piscina y playa con un cuerpazo a tres meses vista. Comed variado, haced ejercicio y no os privéis de algún capricho de vez en cuando. No hay mejor físico que el que luce una persona con una bonita sonrisa y ganas de pasarlo bien. Y, ¿creéis que será posible pasando hambre o llevando el cuerpo al límite con ejercicio excesivo? Para nada.

Es bueno aplicar la máxima de " menos es más". Todavía soy joven -sobre todo dd espíritu-, tengo un pisito que comparto con la persona que más quiero y admiro en este mundo, una mascota que siempre me recibe con saltos de alegría, un montón de libros con historias extraordinarias por leer, un buen surtido de chocolate y galletas en la despensa y mis reconfortantes capuccinos a media mañana o tarde y una playlist con canciones alegres que va desde los '80 hasta el día de hoy. Y a vostr@s también, por supuesto.

Así que sacad el bloc y tomad nota de esas pequeñas cosas que sin daros cuenta os arrancan una sonrisa y practicadlo más a menudo. Lo demás ya llegará.

O leed la novela "Al llegar la primavera" de Milly Johnson publicada por la editorial Versátil. Os dejo la sinopsis del libro para que podáis decidir si os puede interesar o no. A mí me resultó muy educativo y un canto a la autoestima que tod@s deberíamos tener hacia nosotr@s mism@s.

¿Cómo diablos se convirtió la luchadora Lou Casserly en el no va más de la “esposa sumisa”? 
Hace mucho tiempo que ya no existe la chica que una vez pensó hacer realidad sus sueños junto a su mejor amiga Deb. Ahora Lou es una mujer solitaria a la que han anulado por completo, que ni siquiera se da cuenta de cuándo se están aprovechando de ella, ya sea su madre, a la que nunca parece complacer, o su infiel marido, Phil. 
Un día cae en sus manos una revista en la que lee un artículo sobre la limpieza de trastos en casa, sin ser consciente de cómo ese artículo cambiará su vida. Lo que empieza como una ferviente limpieza general acaba escapando a su control. Cuantas más cosas tira Lou, más libera todos esos rincones ocultos de su corazón que le causan tanto dolor. ¿Quién sabe dónde le llevará su recién descubierto entusiasmo por aquello que es esencial para vivir? 



Nos leemos en el próximo post. ¡Sed felices!

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